Costos: hacia un nuevo modelo de gestión

Uno de los temas que más preocupa a las OSP es la gestión de costos y para hablar sobre las estrategias ante la amenaza de la desfinanciación, se convocó al economista y miembro del grupo PAIS (Pacto Argentino por la Inclusión en Salud) Carlos Vasallo; también a la economista y consultora en Red Criteria Natalia Jorgensen y al ex superintendente de Servicios de Salud y director Obra Social de Obras Sanitarias, Luis Scervino. 

El panel fue coordinado por la administradora de APOS La Rioja, María Claudia Ortiz quien agradeció a todos los actores del sistema presentes en el congreso y se refirió a la gestión de costos de las OSP: “gestionar salud no es fácil, pero en costos, el debate es más profundo. Al sistema o lo sostenemos todos o nos vamos a encontrar desfinanciados”, sintetizó. 

La primera exposición estuvo a cargo de Carlos Vassallo, quien consideró que “estamos en un momento donde se abrió una oportunidad, pero eso también significa una necesidad de introducir mejoras en las instituciones para que puedan responder de manera más exitosa”. 

También se refirió a la etapa que atraviesa el país “que tiene que ver con la macro, que es dolorosa, va a impactar, pero la necesitamos para volver a pensar en una micro que implica reformas estructurale, que hace mucho tiempo que el país necesita y que van a traer seguramente un proceso de desregulación” analizó, en tanto que adelantó que es necesaria “una reforma estructural desde el punto de vista fiscal y previsional” y apuntó que “en el área de la salud volvemos a tener una oportunidad que ojalá no desperdiciemos”.

Vassallo también habló de la “convivencia muy larga entre los subsectores, público, privado y de la seguridad social”, pero también advirtió sobre “un enfoque del Ejecutivo, el Judicial y el Legislativo respecto de la salud, que ha sido de alguna manera multiplicador del gasto, sin que esto signifique un impacto sobre la salud”. 

“En los últimos 20 años hemos tenido un Ministerio de Salud que se ha encargado de aumentar la cantidad de programas compitiendo con las provincias y tenemos un poder judicial que se ha ingresado en los últimos años fuertemente generando muchas distorsiones, señales e incentivos negativos respecto de la asignación de los recursos”, agregó”.

Finalmente, se refirió al papel “clave como prestador provincial” que tiene las OSP y las convocó a ejercer su “poder de compra experto y su lugar en los aportes y contribuciones, con una nómina superior a las OSN, que podría ser una ventaja desde el punto de vista competitivo” y resaltó que además de ejercer esa función, sería importanteque “los ministerios de economía provinciales se involucren más en el área de la salud”. Para terminar su exposición, insistió en la importancia de las OSP en el ecosistema de salud y convocó a trabajar en la implementación de modelos basados en valor, que permitiría empezar a evaluar qué es lo que se está comprando. 

A su turno, Natalia Jorgensen habló de la “importancia del costo, que  no importa por la magnitud de dinero en sí misma y que además, no es un atributo de valor”. 

“El precio/costo nos importa porque incurrir en él genera consecuencias, porque ese dinero no lo podemos invertir en otras alternativas”; agregó Jorgensen y detalló: “las pérdidas para el sistema de salud son Salud, mientras que en otros sectores esas pérdidas son otros bienes sociales”. 

Jorgensen también habló de la “eficiencia técnica y asignativa”, que significa “priorizar donde tenemos que asignar recursos, como en promoción, prevención o líneas de tratamientos” y consideró oportuna la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías para ayudar en este objetivo. “El costo de oportunidad de las decisiones se traduce en años de vida”, argumentó, señaló que “tenemos que pensar en formar equipos que generen procesos y estrategias para no quedarnos con la coyuntura” y concluyó: «necesitamos equipos técnicos robustos para transitar este camino”.

“La ineficiencia en la atención medicina en salud, mata”, dijo por su parte Luis Scervino, quien detalló los factores que atentan contra la sustentabilidad de la seguridad social y los dividió en dos partes: “los intrínsecos, con una alta ineficiencia del sector más los costos transaccionales elevados; y los externos, como los cambios regulatorios, el incremento de los costos de atención médica, la pérdida de poder adquisitivo del salario y el desempleo y la falta de una política nacional de medicamento”. 

Hablando de costos y financiación, Scevino dijo que el sistema de salud está “acabado y no decimos quebrado porque es totalmente elástico a partir de la oferta de servicios, al que se le paga dentro de 90 días y aguanta”  pero señaló que “en pleno siglo XXI, financiar la atención médica con un porcentaje del salario está total y absolutamente perimido y es una carrera sin fin cuando hay un Estado ausente”.

En cuanto al PMO “no existe más porque la propia Corte Suprema se encargó de que sea un piso”, disparó Scervino y señaló que “si no tenemos una canasta explícita de servicios no vamos a poder resolver el tema de la judicialización ni acotar los riesgos de los financiadores”. 

Por otra parte, advirtió que “no solo las nuevas tecnologías son responsables del incremento de los costos: más de un 20 por ciento del gasto médico corresponde a procesos o servicios que no aportan valor en términos de salud ni de calidad de vida, y por lo tanto hay que reconocerlos y erradicarlos de nuestras organizaciones para lograr mayor eficiencia, ya que representan un desperdicio y no una inversión”; resumió. 

“Tenemos que barajar y dar de vuelta y pensar en un nuevo sistema de salud, porque estamos en el fin de ciclo de la seguridad social como modelo financiador”, concluyó y propuso algunas modificaciones que necesita el sector: “cambios del modelo de atención médica, uso racional de recursos, canasta explícita de servicios, integración con el hospital público y establecer una política nacional de medicamento”.