“Tenemos que pensar cómo la tecnología acelera procesos en la integración del sistema de salud”

Lo destacó Marisa Aizenberg, directora académica del Observatorio de Salud de la Facultad de Derecho de la UBA, durante su participación en la mesa “Salud Digital Sanitaria”; que fue moderada por Alejandro Marenco, miembro del COSSPRA y presidente de IPROSS Río Negro.

La especialista en salud digital, entre otros temas, inició su ponencia agradeciendo a las autoridades del Consejo de Obras y Servicios Sociales Provinciales de la República Argentina (COSSPRA) por generar estos espacios de discusión. Luego enumeró los retos de la Salud Digital: tendencia al crecimiento del gasto en salud, nuevos tratamientos, cambio epidemiológico y demográfico y futuras pandemias, fueron algunos de los mencionados.

“¿Quiénes de los que están aquí creen que la tecnología nos va a ayudar en estos cambios?”, interpeló al auditorio. Ante la respuesta positiva destacó: “Entonces vamos a trabajar en esto, estamos todos convencidos de que es el camino. Pero trabajemos para que no sea una nueva ola. Es importante que entendamos los servicios como la teleasistencia, que está teniendo una baja creciente cuando los beneficios son muchos”.

Marisa también le preguntó a su público si necesitan datos para gestionar y si creen que las tecnologías los pueden ayudar. Luego señaló: “El primer paso para una transformación digital es entender que se agrega valor a los procesos. Las tecnologías tienen la posibilidad de predecir”. 

La mala noticia que dio es que  América Latina y el Caribe están absolutamente rezagadas en la materia salud digital. Hay solo 11 países en nuestro continente que cuentan con legislación que define la historia clínica electrónica. “La buena -dijo- es que Argentina es uno de estos. Para terminar de subirnos debemos adoptar planes estratégicos, la Nación, las Provincias y los subsistemas, uno tiene que tener en claro hacia dónde va, sabiendo que la propia gestión no verá los resultados”.

La disertante destacó también que la tecnología permite juntar toda la información, más allá de la institución, y esto permite gestionar. “El objetivo de la salud digital es alcanzar la información precisa, a las personas adecuadas, en el momento que lo necesite, para tomar decisiones. Además, implica cambios en distintas áreas, la infraestructura, los determinantes normativos, la seguridad de la información, la protección de datos”.

Aizenberg se preguntó también por la protección de datos. “¿Qué ocurre con los datos de salud? ¿Con el candado? Es un dato sensible, hiperregulado, pero el problema es que el dato de salud nació para ser usado, no clausurado”, declaró. “Tenemos que ver qué tipo de sanciones tendríamos que poner en una norma y trabajar en educación”  -explicó-. porque los sistemas de salud son los que más ataques están recibiendo, porque tienen un gran valor en relación con otros datos”.

La investigadora detalló aspectos a regular, como acreditación, certificación, resguardo de datos, consentimiento informado, especialidades, estándares mínimos, seguridad del pacientes y restricciones de la actividad. “Tenemos que tener soberanía sobre los datos”, insistió.

También subrayó que nos encontramos frente a una voracidad tecnológica, “pero son solo herramientas que sirven en el marco de un plan de acción, con hitos programados, no podemos pensar en la salud digital si no integramos a los centros de salud, a quienes proveen tecnologías, a los equipos sanitarios, a la gente. Esta es una nueva posibilidad de pensar cómo la tecnología nos puede servir en la reforma de salud, cómo la tecnología acelera procesos en la integración del sistema de salud”.

 Por su parte, el presidente de IPROSS intervino para destacar la importancia de tener una agenda parlamentaria y empezar a hablar en serio sobre salud digital. “Tenemos que hablar de una macro herramientas. Lo que decís es verdad, pero mucha gente se va a ir con una idea de complejidad que hace que el tema lo visualicen para el futuro”, dijo. Y le preguntó: “¿Lo vamos a poder lograr?”.

“Lo estamos logrando en bloques, yo sueño con modernizar una norma macro que incluya la salud digital, la defina como política pública, y después vos podés ir incorporando a la ley. Dejarle al ministerio las tareas de los estándares, de las prácticas y de las buenas guías. Sobre lo que nos tenemos que poner de acuerdo es acerca de cuáles son los principios o datos que queremos proteger”, advirtió. Luego de la ponencia, se abrió al público la posibilidad de realizar preguntas.

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