Conversamos con Martín Baccaro, presidente del COSSPRA y del IPS Salta, sobre el balance del 1er Congreso Nacional de COSSPRA: “Federalismo y consenso como base para un programa de salud”, que se llevó a cabo en Santa Fe el 25 y 26 de octubre.
En líneas generales, ¿qué podés decirnos del encuentro?
Es muy grato para nosotros, que soñamos este Congreso, haber llegado hasta acá y haber contado con la presencia de ministros de salud, legisladores, representantes del poder judicial, decisores y prestadores -tanto del sector público como privado-, actores de la industria, profesionales de primera línea, entre los que contamos a nuestros equipos técnicos.
Ni hablar, de la talla de los disertantes, todos de primer nivel. Nuestra propuesta fue conocer la salud de Santa Fe durante dos jornadas, por eso nos acompañó la ministra; compartimos la silla con jueces y debatimos la judicializacion, por que pareciera que fuera distinto el derecho colectivo del individual; abordamos temas ligados a la evaluación de tecnologías, al precio y al gasto de los medicamentos, cosas que están llevando al colapso a las obras sociales provinciales; conocimos la experiencia de Uruguay, de aquellos que han estado en agencias de evaluación de tecnología en salud en otros países; y finalmente escuchamos a los ministros de Salud de nuestras provincias hablar sobre hacia dónde va la salud.
Hablabas de gasto en medicamentos, ¿cuál es el diagnóstico que hacen desde las obras sociales provinciales con respecto a este tema?
El promedio de aumentos de los medicamentos en el último año está cerca del 40%, y en algunos incluso se ha evidenciado una suba de hasta un 110% en los últimos y meses. Este comportamiento habla de un mercado absolutamente irregular, que no tiene control por parte del Estado; este es el problema más serio.
Uno esperaría que, como sucede en la mayoría de los países importantes, el Estado regule los precios de los medicamentos e intervenga con todas las herramientas que tiene para consolidar al medicamento como un bien social, no como si fuera un artículo suntuario.
En Uruguay se regula el precio de los medicamentos de alto costo, también en Brasil, Chile, España, Alemania, Italia, Inglaterra. El único país que tiene un descontrol absoluto en el mercado de la salud es Estados Unidos. Y parece que nosotros estamos copiando lo peor. En lugar de copiar lo que hacen los países europeos o latinoamericanos, como Colombia, por ejemplo.
Por supuesto, no hablamos de meternos en el negocio del otro, ni fundir empresas, todo lo contrario. Los aumentos que hubo han provocado una baja en la venta de unidades. Cuando subís mucho el precio, la gente compra menos. Si se tratara de algo que no necesita, está todo bien. Pero comprar menos medicamentos para una patología crónica… Eso, es una locura.
¿Cuáles son las principales conclusiones a destacar?
Uno de los puntos principales es que la salud no puede estar liberada al juego del mercado; no puede ser una mercancía más, sujeta a oferta y demanda. Necesitamos que el estado nacional regule precios, fije estrategias comunes y estamos dispuestos a consensuar.
En Argentina los productos en dólares valen hasta 5 veces más que en el país de origen, porque no hay control o los qué hay no son suficientes. Lo que proponemos es que haya controles y que unifiquemos la regulación.
Queremos un Ministerio Nacional fuerte, que fije políticas. Queremos que haya acuerdos políticos entre los decisores, que se consulte a los gobernadores y que se entienda que es una problemática de todos, porque el sistema de salud está quebrado.
Necesitamos una autoridad sanitaria fuerte y eso se consigue discutiendo y consensuando. Como COSSPRA seguiremos trabajando para instalar la necesidad de un programa nacional de salud.
Federalismo y consenso como base para un programa de salud, fue la consigna del congreso, ¿Qué rol tiene COSSPRA en este sentido y que responsabilidad le cabe a la sociedad en su conjunto?
En COSSPRA, hasta ahora, habíamos trabajado hacia adentro en un debate permanente, buscando consensos. Y la realidad que estamos viviendo nos hace ver la necesidad de salir, de ponernos en diálogo con la sociedad.
Estamos convencidos que en 2019 la salud tiene que estar en la agenda de la gente y en la electoral. Los que estamos en las obras sociales sabemos que esto se cae, se termina. Nosotros quizás podamos poner parches, pero sabemos que el sistema va hacia el colapso y hay que hacer cambios profundos que no pueden hacerse sin consenso y federalismo.
Un pacto federal de salud no puede alcanzarse sin equidad en salud, todas las personas tienen que poder desarrollar su máximo potencial, independientemente de su posición social u otras circunstancias. La equidad en salud implica que los recursos sean asignados según la necesidad. Sin embargo, estamos lejos de esto en nuestro país, y más lejos aún en las provincias.
Aquí radica la importancia de que la personas incorporen este tema en sus agendas, por un lado, y que se consolide una cartera nacional de salud fuerte, con un rol rector activo.
El Estado debe reconocer las distintas realidades que hay en cada rincón del país y el Gobierno debe ser flexible en cuanto a desarrollar proyectos que concilien los valores sociales, políticos, económicos y culturales del país. Desde COSSPRA estamos dispuestos a acompañar este camino, el del federalismo y el consenso. El consenso debe establecer los lineamientos básicos acerca de qué país y que salud se quiere, y luego trabajar en función de esos objetivos.