La primera mesa de la tarde abordó la articulación de las políticas provinciales de salud con la Nación, con la disertación de Martín Regueiro, ministro de Salud de Neuquén; Alexia Navarro, vice Ministra de Salud de Bs.As; Rodolfo Montero ministro de Salud de Mendoza y Ricardo Pieckenstainer, ministro de Salud de Córdoba.
El panel estuvo coordinado por el presidente de APROSS Córdoba Pablo Venturuzzi y la periodista Laura González.
Alexia Navarro fue una de las primeras voces, recordó a Ginés González García y llamó a pensar el rol del ministerio de salud de la Nación y qué respuestas se están dando desde las provincias, en particular la de Buenos Aires, en este contexto.
“La fragmentación del sistema y su articulación tiene sus propias problemáticas a nivel provincial» – dijo- “y que por eso es necesario trabajar en forma mancomunada con las obras sociales para tener más fuerzas y herramientas para acordar con los prestadores, asociaciones y círculos médicos”.
Navarro también se refirió a la situación general que atraviesa el sistema con el aumento de las prepagas, la desregulación de la seguridad social, la derogación del sistema de recupero de las provincias, la situación socio económica, el desempleo y el bajo nivel salarial, “situación que se que se ve reflejada en los efectores del sector público”.
En cuanto al rol del ministerio de Salud de la Nación, sostuvo que “es el encargado de la gobernanza y rectoría con políticas sanitarias claras, con protocolos, normas y criterios” y criticó la desinversión en áreas y programas clave de prevención que fueron dados de baja.
En relación a programas que tienen fuerza de ley como los de VIH y Salud Sexual Reproductiva, señaló que “existe una gran incertidumbre, una falta de planificación para saber a dónde vamos ni qué estrategias se van a implementar, con el consecuente impacto en la salud de las personas”. y señaló que de este modo “es dificultoso desde las provincias tener previsión y por ejemplo, hacer compras conjuntas con las obras sociales para dar las respuestas necesarias”.
“La estrategia de salud no puede depender de la voluntad de cada una de las provincias”, sintetizó y considero que la importación de medicamentos “no puede ser avalada sin la correspondiente evaluaciòn de tecnologías o de la ANMAT,y esto no lo podemos poner en discusión cuando hablamos del rol del ministerio de Salud de la Nación”, concluyó.
A su turno, Martín Regueiro analizó qué pasa y cómo consulta la gente en el sistema de salud de la provincia de Neuquén y dijo que a pesar que la cobertura de OSP es mayor al 50 por ciento, los ciudadanos se acercan a los efectores públicos. “Damos respuesta al 70 por ciento de la población y no podemos jugar solos, tenemos que hacerlo con las obras sociales”, dijo y subrayó: “tenemos que dar respuesta a toda la comunidad; el Estado tiene que estar presente para dar igualdad y acceso haciéndolo sustentable”.
“Cuando pensamos en los efectores, el sector privado no está en toda la provincia, y en las localidad más pequeñas, hay preponderancia del sector público”, recordó y convocó a pensar en hacer compras conjuntas, -algunas ya están en marcha-; no lo podemos pensar en forma desarticulada y para eso avanzamos sobre el derecho del paciente, pero con reglas claras, para saber dónde y cómo vamos a invertir”.
“La OSP provincia consume el 17 por ciento de nuestros turnos y aquí tenemos que ponernos de acuerdo” señaló y resaltó que lo importante para nosotros es la salud de la población pero tenemos que pensar también en el financiamiento y optimizar los costos”.
La experiencia de Mendoza estuvo a cargo del ministro de Salud Rodolfo Montero, pero antes habló de los “parches que tiene la salud argentina” por no haber hecho las reformas necesarias. “Hace treinta años que hablamos de fragmentación y segmentación y el gran problema de salud son las tres fuentes de financiamiento desincronizadas”, consideró Montero.
“Hace 20 años que hablamos del PMO pero esa discusión está mal, no damos una discusión seria y es dónde está el techo, el PMO es el piso, pero no discutiremos el techo, porque es decir que hay cosas que se quedan afuera y no queremos asumir ese costo político”.
En cuanto a los precios de los medicamentos, también sostuvo que hay que discutirlo seriamente como problema estructural de palanca nacional, porque si no hay solución, “lo termina pagando las provincias”. “Pero también hay palancas también provinciales como la circulación de pacientes entre el sistema público y de la seguridad social, y hay poco criterio de uso del sistema, entonces financiamos la oferta”. Y agregó que “los mecanismos de financiamiento son incorrectos en las provincias”.
“Hay problemas que tiene que resolver la Nación, y otros la provincias, pero antes de seguir poniendo parches, tenemos que ponernos de acuerdo sobre si se van a solucionar los problemas estructurales, para luego ver si podemos hacernos cargo de lo nuestro, pero esa discusión no se está dando”, cerró Montero, sin antes resaltar las reformas que desde el ministerio de Salud de Mendoza se están llevando a cabo, articulando con la OSP en vistas a mejorar el financiamiento y ampliar la cobertura.
Finalmente, Ricardo Pieckenstainer, ministro de Salud de Córdoba, sostuvo que desde el ministerio de Salud de la Nación no tuvieron la respuesta que esperaban desde el inicio de la gestión nacional y ante la falta de aportes prevista para cubrir todos los programas de salud, desde la gobernación se reforzó la atención a través de los efectores públicos. “Sabíamos que íbamos a tener que pedalear el bache financiero que íbamos a tener con los proveedores”.
“Tuvimos que hacer aportes con los recuperos para que los programas de salud siguieran vigentes”, añadió Pieckenstainer y destacó la oportunidad “de tomar decisiones conducentes para garantizar la atención de la salud, con sinergias positivas con otros sectores y con asociaciones público-privadas”. “Logramos digitalizar y modernizar la forma de los procesos administrativos y de contratación, así como el pago y control a los proveedores, que nos permitiera tener la capacidad de sentarnos en una mesa de negociación para ser un competidor más y estar a la altura para cumplir con los compromisos económicos, y así obtener ahorros y eficiencias para seguir sumando paliativos a la falta de respuesta que inicialmente tuvimos”, detalló el ministro.
Pieckenstainer confirmó que “Córdoba fue tomando decisiones con respecto al gobierno nacional desde el mes de enero, nos fuimos independizando y gestionado para que no se cortaran tratamientos ni se interrumpieran programas”, sintetizó y celebró haber logrado implementar estrategias conjuntas con la OPS cordobesa Apross.
Finalmente, se refirió al rol que debe debe tener la cartera de salud nacional: liderazgo, coherencia y rectoría en la toma de decisiones, y agregó uno más: “en la rectoría debe estar incluida la definición estratégica de los recursos humanos en salud que tiene que tener el país”.