David Aruachan, Director General en SASS Servicios en Salud, expuso sobre modelos de financiamiento en el IV Congreso de COSSPRA, que se desarrolla en Salta.
Abrió su disertación con una advertencia: “Las reformas tienen que acompañar los nuevos modelos de financiamiento: no por inyectar más dinero al sistema vamos a conseguir mejores resultados”.
Luego hizo una analogía con un partido de fútbol y en ese sentido mencionó que “estamos en el entretiempo, en el vestuario, y empezamos a analizar un resultado adverso, y no terminamos de entender por dónde vinieron los goles. Los jugadores están cansados y no sabemos qué hacer”.
“Pero sí sabemos que el segundo tiempo se nos viene con una cancha más complicada todavía, con una población que envejece cada vez más y plantea una exigencia de cobertura creciente; tenemos cada vez más trabajadores informales en el sistema de seguridad social que son usuarios del sistema y no están aportando como tiene que ser”, alertó.
Asimismo, dijo que jugamos “con la estrategia equivocada, apostando a la oferta antes que a la demanda, con foco en el gasto antes que en la gestión, con parches. No sabemos si echarle la culpa al árbitro, al clima, al VAR o a quién. Pero tenemos que salir a jugar un segundo tiempo con la posibilidad real de dar vuelta el partido”.
“El estado nacional es como el DT que da indicaciones desde la tribuna, sin la posibilidad de articular por falta de herramientas, las provincias sostienen una competencia pero no saben hasta cuándo, el Pami es el jugador veterano con mucha experiencia pero está un poco pesado, vemos a las obras sociales nacionales que han perdido capacidad técnica y de aportes con tácticas anacrónicas, tenemos a las prepagas que se dieron cuenta que los costos eran cada vez crecientes y no podían sostener el juego que se habían planteado, a los profesionales como jugadores exhaustos, jugando en ligas del exterior algunos, no encuentran un orden de juego previsible”, remarcó.
Y por último, señaló que “tenemos a los pacientes, hinchas en la tribuna con carnet de un montón de clubes, confundidos porque no saben a dónde ir”.
“Necesitamos repensar cómo nos paramos en la cancha. Precisamos un DT que unifique criterios y acompañe con rol rector fuerte, una táctica de juego de prevención y un plan de juego con el paciente en el centro del plan y con profesionales en senda trascendental. Todo con mucha información y datos, porque el partido no está perdido”, aseguró.
Y agregó: “Necesitamos el fortalecimiento de la gobernanza y la transparencia desde el ministerio de Salud de la Nación. También podríamos pensar en una estructura de un Consejo Coordinador Nacional de Salud, que debería ser creado por ley, con representantes de todos los sectores incluidos el Poder Legislativo y Judicial. Esto nos va a permitir avanzar, como lo hizo Australia, en un Pacto Federal de Salud para definir políticas sostenibles en el tiempo”.
“Otra herramienta necesaria para implementar nuevos modelos de financiamiento es la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnología, para definir si la jugada fue o no válida. Hay un componente de legitimidad social que es sumamente importante y un denominador común: las decisiones tienen que ser basadas en ciencia y no en presión mediática o judicial. Con este tipo de agencias se demostró una reducción de entre un 10 y un 15% de los costos totales. El resultado no es solo ahorro sino generar legitimidad en la toma de decisiones”, sostuvo.
Ningún nuevo mecanismo de financiamiento será sostenible sin reglas claras. Para eso, afirmó, “hay que repensar y reformular el PMO y construir una canasta básica de servicios”.
En este sentido, Aruachan señaló que hay muchos ejemplos a nivel regional e internacional, entre ellos, el de Israel. “En 1995 sanciona la Ley Nacional de Salud y ahí está incluido un plan de beneficios articulado con una agencia de evaluación de tecnología para decidir qué va a salir, qué va a quedar y qué va a entrar. Lograron muy poca discusión social, muy pocos discuten las decisiones que se toman y tomaron la decisión de no cubrir una tecnología oncológica carísima en pos de cubrir la vacuna del rotavirus para toda la población”.
También Colombia fue un ejemplo, que con su plan de beneficio “fue un paso más allá”. “Todo lo no incluido los prescriptores tienen la obligación de ingresarlo en una plataforma para su trazabilidad y esa información permite que las próximas discusiones se hagan con lo que está pasando en el sistema. No es quitar derechos sino hacerlos mucho más sostenibles”, dijo.
Aruachán también sostuvo que un Fondo de medicamentos de alto precio puede ser una alternativa, con gobernanza nacional, protocolos únicos, prestadores certificados, intercambio de información y criterios clínicos definidos. “Sirve para ir definiendo un listado de patologías a cubrir”, aseguró.
En este punto, resaltó que es necesario establecer un nuevo esquema de premios: pagar por el desempeño, y ahí surge el concepto de salud basado en valor, que se ven por ejemplo en la experiencia de Reino Unido y Costa Rica, donde se modificó la forma de financiamiento y de pago.
“Otro caso es lo que están haciendo en Mendoza con hospitales públicos y la integración de la información, donde el paciente pasa a ser del sistema y no del financiador” recalcó.
“Ningún equipo serio juega sin datos, sin sistemas digitales integrados vamos a seguir gestionando a ciegas. Estamos pagando prestaciones que no sabemos si realmente se hicieron, si aportaron valor, si el paciente está satisfecho”, dijo.
Finalmente, apuntó que es necesario pensar en una plataforma nacional integrada, donde las provincias puedan compartir datos y el componente de colaboración aporte a la salud de la población.
“Tenemos que volver a poner el foco en los profesionales no solo en capacitación y retención de talento, sino también mejoras en reconocimiento salarial y de honorarios”, concluyó.

